miércoles, 23 de enero de 2013

Un tecnicismo

Proliferan los casos contra médicos por actos lascivos en sus consultas. En época reciente se han imputado distintos actos indebidos en exámenes realizados por doctores, bien sea ginecólogos que tocan impropiamente el área vaginal u otros especialistas que tocan los senos innecesariamente o con ánimo de gratificarse sexualmente. Algunos de esos casos prosperan, y otros no, pues son incidentes en los que la credibilidad de una parte y la otra está marcadamente en juego.

Esta reflexión viene a cuento por el caso del quiropráctico acusado de dos incidentes de este tipo, que la defensa buscó desestimar basándose en que el caso se sometió tardíamente, dos años después de los hechos alegados, algo que dificultaba conseguir posibles testigos de defensa. El juez, correctamente, declaró no ha lugar dicha solicitud. Lo cierto es que, ausente circunstancias muy particulares, un periodo de dos años no parece ser tan largo que impida reunir prueba testifical sobre unos hechos delictivos. Quien haya tenido algún conocimiento de esos hechos no lo habrá olvidado en un periodo relativamente breve, y podría recordarlo con un pequeño esfuerzo.

En fin, la petición de la defensa luce como un intento desesperado de salvar a su cliente, sin tener que entrar en los méritos del asunto, presumiblemente adversos.


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