Un tribunal federal ha declarado que la práctica policiaca de detención y cacheo, según llevada a cabo por la policía de la ciudad de Nueva York, es inconstitucional, en la medida en que se aplica sin tener motivos fundados para ello, y solo a base de una mera corazonada o sospecha. Como era de esperarse, la práctica se realizaba principalísimamente contra negros y latinos en el Bronx -- muchos de ellos boricuas, seguramente -- que entraban o salían de sus viviendas, uno supone que por su aspecto y otros elementos que los ubicaban en un «perfil» de personas que se dedican a la actividad delictiva.
Pero, eso, como sabemos, no es fundamento jurídicamente válido para detener y registrar a una persona. El criterio tiene que ser más objetivo que intuitivo. Hay un derecho a transitar libremente, mientras uno no se conduzca de manera sospechosa de que va a cometer, está cometiendo o cometió un delito.
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