La libertad de expresión -- aunque del más alto rango constitucional -- tiene sus límites en cualquier sociedad civilizada. En las que han padecido regímenes tales como el nazi se ha proscrito el apoyo o la glorificación de esa ideología o alguna parecida o incluso la negación del Holocausto judío. Ese es el caso de varios países europeos como Francia, Alemania y Austria. En éste último se acaba de condenar a tres individuos a prisión -- al cabecilla a nueve años -- por tener una página cibernética cantando loas al nazismo. Vale apuntar que el gobierno austriaco tuvo grandes dificultades para cerrar dicho sitio porque esos granujas la establecieron a través de un servidor ubicado en Estados Unidos, donde hay una actitud extremadamente tolerante de las expresiones odiosas, a base de su interpretación del derecho constitucional a la libre expresión.
Eso, y que nunca estuvo bajo la bota del Tercer Reich.
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