jueves, 31 de enero de 2013

Un «save» que no salva

Me parece un acierto que se ponga a prueba el uso de la computadora para contestar las preguntas de discusión en la reválida de Derecho. Esto debe resolver unas dificultades que se dan en el proceso de corrección del examen. Es frecuente que no se entienda la letra del aspirante, bien sea porque su caligrafía no es la mejor o porque su cansancio o su nerviosismo la deforman tanto que resulta ininteligible. También eliminará los borrones, tachaduras u otras señales en el texto, cuando el aspirante cambia de parecer, todo lo cual contribuye a un texto confuso.

De esta manera podremos ver mejor los disparates jurídicos, además de los gramaticales y lingüísticos, en que incurren los egresados de Derecho en nuestro país.

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