A los americanos nada le sale bien con relación a su guerra en Afganistán, incluso a este lado del mundo. En días pasados, se ha incoado un pleito por la muerte de 14 perros detectores de bombas que un contratista con la milicia llevaba a aquel país, ocurrida hace un año en el aeropuerto de Houston. Sucede que el vuelo hacia Afganistán fue cancelado, por lo cual hubo que dejar a los valiosos perros en una instalación en el aeropuerto, hasta el día siguiente, cuado saldría el vuelo sustituto. Solo que las condiciones de calor y falta de ventilación apropiada en las que encerraron a los perros les provocaron la muerte.
Falta saber cuántos soldados de Estados Unidos volaron en pedazos, por bombas que no pudieron ser detectadas por la falta de los canes especializados.
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