Crecí oyendo a alguna gente de poca escolaridad referirse a los albinos como «sabinos», algo que atribuí a su desconocimiento. Ahora no estoy tan seguro de que aquellos humildes vecinos y compueblanos en general no tuvieran algo de razón en esa caracterización, pues ocurre que «sabino» significa «rojo claro», y es el caso que, con cierta frecuencia, los albinos tienen esa tonalidad en la cara y el resto de su piel. Francamente, no puedo afirmar que el uso de esa palabra se deba a una cosa o a la otra. Pero, resulta interesante la coincidencia de que el vocablo supuestamente «incorrecto» tenga entre sus significados uno relacionado con una característica de las personas en cuestión.
Moraleja: cuidado con hacer juicios festinados sobre la corrección lingüística.
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