El idioma no es totalmente lógico; es más, a veces es ilógico. De no serlo, no tendríamos casos como el de vagabundo, cuando la lógica dicta que sea vagamundo, voz que, aunque figura en el diccionario oficial, lo hace en carácter secundario. Tampoco se nos plantearía la situación de que quien vende las verduras no es verdurero sino verdulero. Y, entonces, no creeríamos que el abogado se ha equivocado cuando nos habla de la cuota vidual y no viudal, pues ambas cosas son correctas.
En fin, hay que consultar el diccionario, no sea que eso que nos parece un disparate o una mera transposición de letras... que, dicho sea de paso, también es correcto trasposición... esté bien.
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