En su defensa del padre Alberto, el obispo Alvarez, «cabeza de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña», da muestras de que, posiblemente, el tinte de pelo ha afectado no sólo su buen juicio, sino su capacidad expresiva. La prensa cita a don David diciendo: «Las personas que lo conocen bien saben que él [Cutié] fue una persona íntegra, un gran sacerdote católico...» Pues, supongo que el señor obispo - que ha decidido acoger a «Abetico» en su santo seno - cree que Cutié es una persona íntegra y fue un gran sacerdote católico, porque, de lo contrario...
A menos que esto haya sido lo que en sicología se conoce como un Freudian slip...
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