Hay que seguirle el rastro al asunto del buzo atropellado por un rico empresario, pues ya va registrando señales de que se puede repetir lo ocurrido en situaciones similares en el pasado. Se habla de «trato especial» en la investigación; de omisiones en el cumplimiento del deber. Lo que no se hace oportunamente es, frecuentemente, imposible de hacer luego. Una inspección que no se hace a tiempo o una entrevista o interrogatorio hechos tardíamente pueden echar a perder una pesquisa para el esclarecimiento de la verdad. Después surgen las «dudas razonables» que dan lugar a absoluciones descabelladas o a las condenas por delitos tan «rebajados» que parecen faltas administrativas.
Mientras tanto, se compran conciencias como se compra una prótesis.
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