domingo, 26 de julio de 2009
¡Ay, Papa Dios!
Otro más. Un jurado de Arkansas acaba de condenar a Tony Alamo, un buscón vestido de ministro evangélico, por 10 cargos de abuso sexual a niñas tan jóvenes como de 9 años, con quienes se «casaba», como parte de su ministerio. No en balde el individuo se hacía llamar Papa Tony. Hay que destacar que ya había tenido tropiezos con la ley, por evasión contributiva, supongo que para financiar cosas como una piscina en forma de corazón, en propiedad de su «iglesia». Las pocasvergüenzas de Alamo comenzaron hace 15 años, y ahora, a sus 74 años, todo parece indicar que esperará la segunda venida del Señor sentado en un banco en la capilla del presidio.
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