lunes, 9 de febrero de 2009

¡Recluyan al titulista!

El culillo con el juicio de Aníbal produce una primera plana que dice, entre otras cosas: "El juez Barbadoro llegó ayer a la 1:20 p.m. y se recluyó de inmediato." Por lo que dice la noticia, no se conoce públicamente dónde se hospeda el juez, quien le huye a la prensa como el diablo a la cruz. Pero, de eso a "recluirse" va un gran trecho. El concepto "reclusión" supone un encierro voluntario o forzoso - como el carcelario - y no un mero apartamiento, que es lo que Barbadoro ha hecho. Por supuesto, si Aníbal sale culpable, podría terminar como un recluso en alguna penitenciaría federal.

Es muy probable que el titulista haya pensado en el vocablo inglés recluse, que sí significa la persona que se aísla de los demás por algún motivo, como en este caso, para evitar la publicidad y la curiosidad de los colonos.

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