El Ministerio Público tiene, tradicionalmente, un gran margen de discreción para decidir si acusa y por qué. Así tiene que ser, pues hay muchos factores que sopesar ante la posible o cierta comisión de un delito. Esperemos que en el caso de la eutanasia - autorizada judicialmente - de la joven italiana que estuvo 17 años en estado vegetativo impere la sensatez. La presión de la Roma papal es fuerte, y el reclamo de una investigación por un alegado «homicidio voluntario» ha obligado a la Fiscalía a sacar tiempo de perseguir a la Mafia, para dedicárselo a esta «cacería de brujas.»
En la Roma de César, es tiempo de que el Vicario de Cristo se ocupe de poner su casa en orden y que se acate la voluntad del Pueblo por voz de su Tribunal Supremo.
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