Los patronos no aprenden. Siempre buscan la forma para discriminar irrazonablemente contra sus empleados, por motivos inadmisibles. Ahí tienen a UPS, empresa que prohibía que sus empleados tuvieran una barba que les llegara más abajo del cuello, aun aquellos que la tienen por creencias religiosas. Probablemente, por esos empleados en particular, pues muchos profesan la religión islámica. A ellos no les permitían entregar paquetes o tener contacto con el público. ¡Como si a un cliente le importara tal cosa en un negocio como ese!
Ahora, la Equal Employment Opportunity Commission en Estados Unidos ha demandado a la empresa por violar los derechos civiles de los empleados y de aquellos a quienes se les negó el empleo por esa razón.
Ahí tiene UPS ese paquete.
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