viernes, 8 de marzo de 2013
Medida cautelar
El caso de la agresión de una estudiante a otra -- filmado en detalle por otra alumna -- en una escuela pública del país ha dado lugar a comentarios que ponen de manifiesto profundas diferencias de enfoque sobre lo que debe hacerse con la violencia juvenil, dentro o fuera de la escuela. Hay quienes opinan que la reclusión preventiva de la joven y su compinche es una medida extrema, insistiendo en que ello no abona a la rehabilitación de la agresora. Me parece que esa visión paternalista pasa por alto la manifiesta inclinación a la violencia de la jovencita y su incapacidad para controlar sus impulsos, más aun cuando en una comunicación en las redes sociales posterior al incidente ella no mostró arrepentimiento alguno, sino una reiterada actitud belicosa. Hay, pues, una responsabilidad social de proteger a los demás de personas con esas condiciones. En lo que se investiga el caso, y se determina cuál debe ser el tratamiento sicosocial que deba proveérsele, el Estado, en su función de garante de la seguridad pública, tiene el deber de tomar medidas eficaces para evitar que ella siga desatando su furia contra otros.
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