Ha tomado más de 30 años para que, fuera de las páginas de Claridad, se publique una buena parte de la verdad de la participación de la policía federal - el mítico FBI - en conspiraciones y atentados contra el independentismo, centrados en la figura de Juan Mari Bras y su familia. Ahora se «sabe» lo que siempre se supo: el maridaje entre una parte del exilio cubano, la derecha puertorriqueña y las agencias de seguridad de Estados Unidos. Por eso ha sido «imposible» esclarecer oficialmente el asesinato de «Chagui» Mari Pesquera. El imperio siempre se ha valido de colaboradores dentro y fuera de la colonia para que le haga el «trabajo sucio», que luego se ocupa de encubrir con el poder investigativo, del Ministerio Público y judicial a su disposición.
Pero, el «juicio» de la Historia es inexorable, y la condena es inescapable.
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