miércoles, 16 de diciembre de 2009

No vale la pena.

Por lo que se publica, no parece haber un buen caso contra el hombre que llamó a La Fortaleza para «amenazar» al Gobernador. Tanto es así que se le acusa de «intrusión en la tranquilidad personal» y no de «amenaza». Habida cuenta del historial de salud mental del individuo, hay que plantearse si vale la pena encausarlo. Por supuesto, toda comunicación como la que hizo tiene que ser investigada, pero, en ausencia de un verdadero propósito criminal, lo mejor que se puede hacer es disponer unas medidas que aseguren que reciba el tratamiento necesario para su condición. En un caso como éste, la cárcel y la multa no son remedios apropiados.

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