No es noticia que el abogado que le dijo al juez que se pusiera en el lugar del acusado que él defendía de tener relaciones sexuales con una menor por dinero, mientras también las tenía con una mayor de edad, ha tenido que renunciar a esa representación legal. No conforme con eso, el abogado había dicho que un trío así es «el sueño de todo hombre». Dejando a un lado la razón que -- a calzón quitao -- pueda tener el abogado, incurrió en una indiscreción rayana en el desacato en corte abierta.
No todo lo que uno diría, en broma o en serio, fuera del tribunal se puede decir en el salón de sesiones como parte de un proceso judicial. Hay que mantener una actitud de respeto y solemnidad, que no puede ser vulnerada con comentarios de mal gusto o que insinúen que el juez u otro funcionario del tribunal pueda ser partícipe de una actividad ilegal o inmoral. Una argumentación así es la «mejor» forma de perder un caso.
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