Aplaudo la decisión de la Sala de San Juan del Tribunal de Primera Instancia que valida la facultad de la Comisión Estatal de Elecciones de haber nombrado un comité ad hoc en los casos de fraude electoral de los comicios pasados. Lo cierto es que dicho grupo ayudó grandemente a esclarecer ese atentado contra la democracia, en su ámbito electoral. La impugnación judicial no ha sido otra cosa que una maniobra para desacreditar y eliminar el ente que investigó esa conspiración tramposa.
Afortunadamente, la jueza no se dejó convencer por argumentos manidos para cuestionar la potestad de delegar la función de investigar y recibir prueba en unos distinguidos letrados, que rindieron un contundente informe respecto de los manejos electorales. Espero que, de producirse algún recurso apelativo, las instancias superiores sostengan este dictamen en beneficio de la democracia puertorriqueña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario