No ha quedado claro lo ocurrido con el ofrecimiento de representación legal gratuita a Maha Abdel Rahim, la joven madre que lucha en California por la custodia de su hijo menor. Independientemente de los méritos de su solicitud, se dijo públicamente que ese prestigioso bufete le prestaría servicios gratuitamente, y ahora le pasa factura por $14,000, con una justificación que, sea cierta o no, no fue explicada adecuadamente.
Quienes le gestionaron esa «ayuda» le deben una explicación a ella y a todos nosotros. Siempre me pareció muy rara tanta generosidad de un bufete privado y cachendoso. Aunque a veces esos colegas atienden casos pro bono, no me parecía que ellos se fueran a ocupar de un caso tan contencioso y largo como éste sin cobrar. Tal parece que ellos confiaban en que podrían hacerlo facturándole al gobierno o que Maha recaudara fondos para pagarles. Al no darse esas opciones, decidieron soltar el caso y soltarle esa «bomba de factura».
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