miércoles, 30 de noviembre de 2011

Para bien y para mal

Hay palabras que tienen dos caras, es decir, significados totalmente opuestos, por lo que se ha de tener cuidado para no decir lo contrario a lo que se quiere. Así tenemos el término oficioso, que, por un lado, significa «hacendoso y solícito en ejecutar lo que está a su cuidado» y, por otra parte, «que se entremete en oficio o negocio que no le incumbe». De manera que una persona oficiosa puede ser cumplidora de sus deberes o metida en lo que no le importa.

Así de rica es nuestra lengua: podemos halagar o insultar con la misma palabra.

martes, 29 de noviembre de 2011

El deber de juicio rápido

Una vez más, el Poder Judicial puertorriqueño se ve sacudido por el proceder de, en este caso, dos jueces que intervinieron de manera muy cuestionable en un caso de violencia doméstica que terminó trágicamente. Los hechos parecen estar claros, y se resumen en una atención displicente de una situación que ameritaba la aplicación rigurosa de los recursos de ley. La denuncia de la Procuradora de las Mujeres -- quien fue fiscal y conoce el asunto de primera mano -- no puede tomarse livianamente, y debe ser atendida con premura. No debemos olvidar que la Judicatura hace tiempo tuvo la iniciativa de establecer una sala para atender exclusivamente estos casos, algo que ahora ha quedado refrendado por ley para todo el Tribunal de Primera Instancia. Por lo tanto, ese compromiso de política pública tantas veces reiterado en expresiones oficiales de la dirigencia judicial tiene que hacerse realidad fijando responsabilidades de manera rápida y contundente. Obsérvese el debido prcedimiento de ley y todas las demás garantías sustantivas y procesales, pero con el sentido de urgencia que demanda el caso.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Desorientado

Recientemente, he leído dos reseñas de cine en un diario local, en las cuales el crítico se ha referido a personajes que han perdido el «compás moral», disparate merecedor del Oscar al peor disparate del año. Este joven, evidentemente, lee mucho a colegas suyos que escriben en inglés y hablan de moral compass. Lo que el nuestro no sabe es que compass es, en este contexto, «brújula», un significado más congruente con lo que se quiere decir, o sea, el norte o rumbo en el proceder. Aunque «compás» es el instrumento de medición que todos conocemos, tiene unos significados más asociados con el ritmo musical.

En fin, el joven crítico necesita una buena brújula, para llegar a hablar y escribir bien el español.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Lo innombrable

En New Jersey le han quitado a sus padres la custodia de un niño a quien, siguiendo la tradición familiar, inscribieron con el nombre de «Adolf Hitler». El Estado ya había removido otros tres hijos con nombres asociados a los nazis. Se alega, sin embargo, que los motivos nada tienen que ver con eso, sino con un patrón de abuso a los niños. Los padres, por su parte, sostienen que la verdadera razón es la de los nombres, e invocan su derecho a nombrar a sus hijos como les plazca.

Evidentemente, esta pareja está desquiciada, pues nadie en su sano juicio expondría a sus hijos al oprobio de llevar nombres así. Si bien se reconoce a los padres una libertad amplia para poner nombres a sus hijos, hay límites que dictan el decoro y la sensatez. En cierta forma, el empeño de estos padres constituye una forma de «abuso» contra sus hijos, al condenarlos a la burla, el discrimen, el escarnio y el rechazo social.

sábado, 26 de noviembre de 2011

¡Señores míos!

Cuando se toma el camino de aceptar innecesariamente ciertas palabras del inglés, no se sabe cuándo parar. Ahí tienen el término milord, tomado de my lord, forma inglesa para referirse a miembros de la realeza y otras personas distinguidas con el título nobiliario. Ello supone que se ha aceptado la voz lord y Lores, refiriéndose esto último a la Cámara parlamentaria británica.

En lo que respecta a lo primero, lo que corresponde es «mi señor». Si no hay una equivalencia aceptable, me parece preferible escribir y pronunciar los otros vocablos en inglés, sin españolizarlos ni, mucho menos, admitirlos como parte de nuestra lengua.

viernes, 25 de noviembre de 2011

«[Im]pureza de los procedimientos»

Tomen nota todos esos admiradores y defensores a ultranza de las instituciones y los procesos oficiales en Estados Unidos. Se encuentra en trámite apelativo un caso en el cual un juez de California dejó sin efecto la iniciativa ciudadana -- mecanismo electoral muy usado en ese estado --  para prohibir el matrimonio homosexual. El magistrado decidió que esa veda era inconstitucional. Lo que no reveló hasta que, luego del dictamen, se retiró es que él lleva diez años de relación con un hombre, algo que era un secreto a voces al momento del juicio. El conflicto de intereses es evidente, y debió dar base para su inhibición en el caso. Ahora, a los méritos del asunto, se suma este planteamiento, que pone en tela de juicio la imparcialidad del juzgador al adjudicar algo que le tocaba tan de cerca.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Lapachero lingüístico

La Real Academia Española está mal asesorada en cuanto a lo que significan algunas palabras acá en nuestro país. De niño, mi mamá me advertía que  no me pusiera a lapachar en un lapachero, cosa muy frecuente en el Mayagüez siempre lluvioso. Pero, ahora me entero de que, según la RAE, «lapachar » es el lugar y «lapachero», en Puerto Rico, es «lapachar». Pues no sé quién le dijo eso a  los académicos de allá, porque cualquier boricua sabe que eso no es así. Para nosotros, «lapachar» es el verbo, es decir, el meterse en el «lapachero» a, en el caso de mi infancia, jugar y empuercarme.

Prefiero el dictamen pueblerino de mi mamá al de todos esos doctos señores de la Academia.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuando se juega con la verdad

Por cosas como ésta es que la abogacía y el estado de derecho se desacreditan a los ojos de la sociedad. En Estados Unidos, la farmacéutica  Merck ha accedido a pagar $950 millones para transar una demanda del Gobierno federal que le imputaba haber mercadeado el medicamento Vioxx como tres años antes de recibir permiso de la Food and Drug Administration. Para su mayor desgracia, el fármaco resultó nocivo a la salud, pues aumentaba el riesgo de infartos en los pacientes que lo tomaban. Tanto es así que la empresa ha separado $4,850 millones para compensar a las víctimas.

Ante estos hechos, Merck ha tenido la cachaza de afirmar, por voz de sus abogados, que el acuerdo con el Gobierno no supone aceptación de culpa en lo penal ni responsabilidad civil. Hombre, entonces ésta es la gente más generosa del mundo, pues ha decidido desprenderse de todo ese dinero sin haber hecho algo malo.

El lego que lee estas cosas no las puede entender, y tiene que concluir que se trata de un juego con la verdad en el cual salen mal parados la empresa, los abogados y los tribunales que le dan el visto bueno a semejante charada.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Justa causa

He dicho siempre que no objeto el uso en español de palabras del inglés o de otros idiomas, cuando ello es imprescindible. Por ejemplo, la palabra inglesa ketchup describe una salsa de tomate muy particular, para la cual no hay equivalencia en español; por lo tanto, se admite su uso en nuestra lengua. A veces existen conceptos de aceptación universal que describen realidades de cierta complejidad. Ése es el caso del término alemán kitsch, para significar un objeto artístico «pretencioso, pasado de moda y de mal gusto». Justificadamente, el español lo ha acogido, pues encapsula todo ese significado, de manera muy conveniente y entendible por personas de distintas culturas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Desorden en el ordenamiento jurídico

Se plantea una falta de pulcritud en el trámite legislativo, y un problema de vigencia de reglamentos. La denuncia de que se ha alterado una pieza legislativa a espaldas de la legisladora proponente resulta inquietante, no tanto por el valor intrínseco del proyecto de ley, sino por lo que ello revela del proceso mediante el cual una iniciativa parlamentaria se convierte en ley.

En lo que respecta a la vigencia de unos reglamentos, es también preocupante que se registren estos vaivenes en el estado de derecho, pues ello crea una gran incertidumbre, algo que resulta lesivo a la estabilidad jurídica. Hay que distinguir la reconsideración responsable de unas disposiciones, de la corrección de unos errores que pudieron evitarse en un proceso adecuadamente ponderado. La prisa es mala consejera, y el afán por dar la impresión de que se atienden los asuntos, a veces, lleva a tomar decisiones festinadas.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Alberto Medina, hijo

Curiosidades del idioma. Solemos usar el término junior, su abreviatura jr. o Jr., del inglés, para referirnos al hijo que tiene el mismo nombre que su padre. Existe el vocablo «júnior», del latín, para nombrar a un clérigo joven que sigue sometido a la autoridad sobre los novicios. La realidad es que no hace falta la voz inglesa para el propósito aludido, toda vez que basta con acompañar el nombre paterno con el «hijo», para que se entienda de lo que se trata.

viernes, 18 de noviembre de 2011

El Tribunal Supremo del Coloniaje

Discrepo de la decisión del Colegio de Abogados de Puerto Rico de acudir al Tribunal Supremo de Estados Unidos para impugnar la ley que eliminó la colegiación obligatoria. Hacerlo es someterse a la jurisdicción de  ese foro y validar una presencia que históricamente el Colegio ha rechazado, por representar el oprobio del coloniaje en nuesro país. Aunque la corte máxima del imperio acogiera el planteamiento -- algo que está por verse -- ganando, se perdería el consecuente rechazo que debe seguir siendo una de las señas de identidad del Colegio.

No olvidemos que fue ésa la institución que a princpios del siglo 20, con el fin de validar el coloniaje en Puerto Rico, se inventó la doctrina -- vigente  hasta nuestros días --  de que pertenecemos a, pero no somos parte de Estados Unidos. Ante tal barbaridad, ese Tribunal lo único que merece es la censura y el menosprecio de todos los abogados y los hombres y mujeres libres de esta tierra.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Inconcebible

Hay palabras que parecen disparates, pero no lo son. Si alguien me hubiera dicho o yo hubiera leído las siguientes, me hubiera reído, pensando en que eran inventos de libretistas de esas comedias de enredos en las que hay un personaje cantinflesco: impediente, inhonesto, incomposibilidad, intrinsiqueza. Sin embargo ahí están en el Diccionario de la Lengua Española, con sus significados más o menos evidentes, aunque de difícil aplicación. Se me hace difícil concebir situaciones de «impedimento», «falta de honestidad», «imposibilidad de componerse» e «intimidad de alguien», que amerite el uso de las palabras citadas.

A menos que se trate de un pedante inveterado...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

«Bossa nova»

Brasil acaba de concederle su ciudadanía a un español. El asunto no tendría algo de particular, si no fuera porque lo ha hecho basado en que el hombre está casado con un brasileño. Lo ocurrido es consecuencia lógica del dictamen del Tribunal Supremo de Brasil que reconoció la validez de los matrimonios del mismo sexo. En Chile, con todo su conservadurismo en estas cosas, no han ido tan lejos, pero ya se le reconocen derechos de asistencia social y herencia a las parejas del mismo sexo, incluso a las heterosexuales que no están casadas.

Se va imponiendo el criterio sabio de que no es asunto del Estado con quién se empareja la gente por amor. Bien visto, es una de las decisiones más íntimas de los seres humanos, y, como tal, debe ser respetada. Mal podrá hablarse de libertad en una sociedad en la que este derecho no exista.

martes, 15 de noviembre de 2011

Diccionario de la Lengua «Spanishola»

Sigo desenmascarando a la Real Academia Española. Hace muchos años, tuve de compañera de trabajo a una chilena que hablaba con frecuencia del hall y el living. Para aquella época yo pensaba que la gente de la tierra de Gabriela Mistral y Pablo Neruda no recurriría a voces inglesas para nombrar cosas tan cotidianas como los espacios de una vivienda. Supuse que sería una afectación de cierta clase social, habida cuenta de que su padre era un militar de los de Pinochet.

Lo cierto es que no sé desde cuándo, pero la RAE rindió la plaza con esos dos vocablos. Parece que no le pareció suficiente con recibidor o vestíbulo, para lo primero, y sala, para lo segundo. Vaya sumando el lector, y se dará cuenta de que, con el aval de la Academia, podemos «hablar español» en inglés.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Un cuento policial

La muerte del joven motociclista a manos de la Policía debe ser investigada a fondo, para que se confirme su ilegalidad o se despejen las dudas al respecto. Aunque siempre es necesario indagar concienzudamente acerca de la actuación policial que termina en una muerte, actualmente lo es más, habida cuenta de los desmanes del cuerpo policial en nuestro país. Que en la primera versión de los hechos la Policía no mencionara el arma de fuego con la que se alega el joven disparó primero es un dato muy inquietante. Que el disparo mortal fuera por la espalda también lo es.

Sabido es que la policía en muchas partes del mundo lleva consigo armas que coloca en el lugar de los hechos, para hacer creer que las poseen  aquéllos a quienes ultiman ilegal o impropiamente, y con ello justificar sus actos. Esperemos que las pericias forenses esclarezcan los hechos. Así sabremos cómo el joven pudo disparar mientras conducía su moto a 103 millas por hora, según alega la policía, y la forma en que el balazo penetró su espalda mientras llevaba a una joven en el asiento trasero...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Una práctica intolerable

Lo de la Real Academia Española no tiene madre. Francamente, no entiendo su criterio para aceptar una palabra como parte del español. Ahí tienen ustedes el siguiente caso. Toda la vida, nos hemos referido a un grupo organizado de maleantes como banda o pandilla. Pero, la RAE creyó necesario aceptar ganga, como un aporte puertorriqueño al vocabulario oficial. ¡Muy mal hecho, que nuestros disparates trasciendan de esta manera! Mas, no conforme con este dislate, aceptaron gang, como si hiciera falta. Hombre, una cosa o la otra. Ambas son ya demasiado.

Si esto sigue así, habrá que rebautizar a la RAE como «Real Academia English»...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Frente unido contra la xenofobia

Hay 16 países latinoamericanos que se han unido al Gobierno de Estados Unidos en el pleito presentado para detener la implantación de la nueva ley de Carolina del Sur que otorga poderes a la policía del estado para realizar acciones que podrían resultar persecutorias contra los inmigrantes. Aunque en ese grupo hay países como Bolivia, Ecuador y Nicaragua -- considerados adversarios de Estados Unidos -- el resto son más o menos «amigos» de los americanos. El planteamiento general es que esta ley afecta las relaciones comerciales, turísticas y de otra naturaleza entre esos países y Estados Unidos. A eso se une el reclamo central del gobierno federal: que los asuntos inmigratorios son de la sola jurisdicción del nivel nacional, por lo que no se puede permitir la fragmentación del estado de derecho que supone que cada estado legisle sobre el particular. Los estados, por su parte, sostienen que se han visto obligados a hacerlo porque el gobierno federal no ha sido eficaz en detener la ola de inmigrantes ilegales.

Este es el eterno problema del federalismo norteamericano: el balance de poder entre el gobierno nacional y los gobiernos estatales. De entrada, uno pensaría que el asunto está resuelto a favor del gobierno federal. Pero, la xenofobia rampante en el país ha tomado cuerpo legislativo con inusitada fuerza en varias jurisdicciones, y el derecho --forzoso es admitirlo -- puede justificar casi cualquier cosa. Jueces racistas le darán su imprimatur a leyes como ésta; los que no lo son, las invalidarán.

En el Tribunal Supremo no se sabe si prevalecerá su inclinación por no llevarle la contraria a la Rama Ejecutiva nacional o la xenofobia disfrazada de la doctrina de states' rights.

viernes, 11 de noviembre de 2011

«♪ No puede ser...esa [palabra] no es buena ♪»

Vuelvo a caerle encima a la Real Academia Española. ¿Qué hace la palabra fan en el Diccionario de la Lengua Española? La misma definición nos aporta las voces que en español la hacen innecesaria: admirador, entusiasta y seguidor. No hace falta, pues, tomar esta palabra del inglés. Y si esa admiración y entusiasmo rebasa los límites de la racionalidad, ahí está la voz fanático.

No, si es lo que digo: por esto es que no puedo ser fan de la RAE...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Una testigo ¿presencial?

Dejando a un lado la posibilidad de que la viuda del naturópata asesinado esté implicada en el crimen -- algo que, por ahora, no se puede descartar -- no debe sorprender que ella no pueda describir al asesino con suficiente detalle como para que se pueda hacer un boceto de él. Aparte de que los hechos ocurrieron de noche -- en esta época, a las seis de la tarde ya está oscuro -- se ha comprobado científicamente que, en ocasiones, la víctima o los testigos se concentran tanto en el arma de fuego en manos del victimario, que apenas se fijan en éste. De manera que es posible que, aunque los hechos hubieran ocurrido en un día soleado, la mujer no tuviera un recuerdo de los rasgos del individuo.

Por esa misma razón, sería inútil realizar una rueda de detenidos para identificación. De manera que esta testigo presencial de los hechos no sirve de mucho, y si de ella depende el esclarecimiento del asesinato de su marido, este casos se sumará a la lista de crímenes sin resolver en nuestro país.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La RAE necesita un editor

Ustedes conocen mis discrepancias de la Real Academia Española. Aquí va otra. Entre las definiciones de la palabra editor, aparece como última la siguiente: «coloq. Persona que se da o pasa por autor de lo que otro u otros hacen».

Pues, no, señores de la RAE. Soy editor hace más de un cuarto de siglo, y a mucha honra. Eso no es un editor, ni siquiera «coloquialmente», como se pretende. Que haya habido editores inescrupulosos, que reclamen como suyo el trabajo ajeno no significa ni remotamente que eso pueda considerarse como trabajo editorial. En todo caso, habría que decir que se trata de una referencia cínica a quienes abusan de la confianza de los autores e incurren en una falsa representación.

En fin, hace muy mal la RAE en darle cabida a lo que es, a lo sumo, un chiste de mal gusto.

martes, 8 de noviembre de 2011

Celo criminal en el cumplimiento del deber

Por lo que cuentan testigos presenciales y rescatistas, la tragedia de los confinados que se ahogaron en la guagua que los transportaba de vuelta al penal tiene visos de negligencia, posiblemente criminal. De entrada, parece una temeridad haber tomado esa ruta conocidamente peligrosa para los vecinos del lugar, incluidos los guardias penales. Segundo, la emergencia provocada por el golpe de agua debió pesar en el ánimo de los guardias mucho más que la preocupación por la posible fuga de los presos. Era un asunto de vida o muerte de unos seres humanos totalmente indefensos, por hallarse esposados y encadenados dentro de un vehículo que se hundía en una corriente de agua embravecida. Negarse a sacarlos los condenó irremediablemente a la muerte.

He dicho antes que la ley no puede interpretarse de manera absurda. Toda normativa tiene que ceder ante una situación de emergencia que no admite su aplicación racional. Los guardias penales confundieron el celo en su desempeño del deber con la crueldad que resultó en la muerte de ocho seres humanos a quienes se les negó una oportunidad mínima de salvar sus vidas.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Nuevas y feas palabras

Cada época tiene el afán de imponer sus modas en los distintos aspectos de la vida. El idioma no es la excepción. Cuando yo era niño -- ya comenzaba a manifestarse el problema de las drogas --  se hablaba de que la gente se endrogaba y se convertía en adictos a drogas o drogadictos. Así se quedó por varias décadas, hasta hace unos pocos años, cuando se empezó a decir que esos enfermos se drogaban y ahora son drogodependientes, palabra tan fea como el vicio que describe. Es evidente que la palabreja viene del concepto drug dependency, que nos llega vía las aportaciones del gobierno de Estados Unidos para atender este problema y el contacto de nuestras clases profesionales con la literatura científica de ese país.

Me quedo con «endrogarse» y «adicto a drogas», forma esta última que me parece más congruente con nuestra lengua.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¡La ley soy yo!

Hay planteamientos de Derecho que son, francamente, absurdos. En estos días, los fiscales en el caso que se lleva contra un alegado terrorista preso en Guantánamo, han argumentado que, a pesar de que el acusado sea declarado no culpable, el gobierno de Estados Unidos tiene el derecho de mantenerlo confinado hasta que termine la «guerra contra el terrorismo», algo que, por supuesto, solo los americanos decidirán por el resto del mundo. Kafka no pudo haber inventado algo así en El proceso. Repugna a la conciencia que se sostenga un reclamo tan totalitario y contrario a todas las normas de justicia del mundo civilizado.

He dicho antes lo irónico que resulta que quienes alegan defender la democracia y los derechos humanos violen tan flagrantemente sus principios fundamentales. La desfachatez americana en este aspecto no tiene límites.

viernes, 4 de noviembre de 2011

«¡Cámara, por favor!»

Sigo sin comprender por qué la Real Academia Española acepta palabras del inglés, cuando hay vocablos en español que, desde hace mucho, comunican ese mismo concepto. La persona que opera una cámara para grabar o trasmitir imágenes en movimiento se ha conocido siempre como un camarógrafo. Entonces, ¿a santo de qué hay que aceptar la voz inglesa cameraman como parte del español oficial? Me parece que esta práctica de la RAE no le hace bien a nuestra lengua, y resulta totalmente contradictoria de su lema de «limpia, fija y da esplendor» al español.

jueves, 3 de noviembre de 2011

[In]debido procedimiento de ley

Pongo por delante que no conozco el derecho canónico, pero algo sé del derecho seglar. Sea el que fuere, hay principios generales que deben observarse para que, mínimamente, se pueda hablar de Derecho.

En esta investigación que la Iglesia Católica le hace al Arzobispo de San Juan, llaman mi atención dos cosas. Primero, que se celebren entrevistas privadas sobre este asunto. En una época en que todo el mundo reclama «transparencia» en los procesos de interés público, esta secretividad no le hace bien a una institución con un pasado inquisitorial y un presente lleno de encubrimiento. Se publica que, en su afán por despistar acerca del lugar donde se llevaban a cabo estas reuniones, una monja mintió sobre el particular.

Segundo, se dice que el Opus Dei promueve la querella. El prelado que la realiza es parte de esa organización. Si eso no es un conflicto de intereses, que venga Dios y lo vea. Pero, la Iglesia nos tiene acostumbrado a estas cosas. Viví en las entrañas del monstruo, y lo conozco. La Iglesia Católica nunca ha sido muy católica que digamos...

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Desentono lingüístico

Repito que no se puede escribir sin pensar en lo que se dice. Las palabras tienen un significado; no el que nos dé la gana. Hoy, en la noticia acerca de la hospitalización del conocido cantante y compositor Wilkins, se lee: «Irónicamente, entre los médicos y demás equipo del hospital Wilkins tiene una gran fanaticada que se preocupa por él...». Pero, ¿en qué consiste la ironía en eso? ¿Acaso el cantante hablaba mal de los médicos o les tenía inquina? Pues, que se sepa, no, y la noticia no alude a algo semejante. Por lo tanto, no hay «ironía» en que ahora se sienta bien atendido por el personal médico del hospital.

No se puede adjetivar, usar verbos y adverbios a lo loco o como unas muletillas de la expresión. Para evitar lo absurdo y lo ilógico, hay que examinar si estos elementos corresponden verdaderamente a lo que se quiere decir.

martes, 1 de noviembre de 2011

Otro abuso de discreción

Continúan los fallos, cuando menos, «sorprendentes» en las salas de lo penal en nuestro país. A un juez le ha parecido que un exsoldado que mató a su novia con un rifle de alto calibre disparándole en el rostro desde muy cerca es solo culpable de «homicidio negligente». A pesar de que el único testigo presencial afirmó que el acusado le apuntó con el arma a la joven, el juez no vio «intención criminal» en ello. Incluso lo absolvió de los cargos por violar la Ley de Armas. Lo peor de todo es que la pena podría fluctuar entre seis meses y tres años, o una sentencia suspendida.

Algo anda muy mal en la judicatura cuando se dan decisiones tan inexplicables como ésta. La tan cacareada «discreción judicial» no puede ser un cheque en blanco para que los jueces tomen decisiones descabelladas. El sistema debe «tomar conocimiento administrativo y judicial» de actuaciones así para, de las formas apropiadas, depurar sus filas de elementos de cuestionable criterio.