martes, 29 de noviembre de 2011

El deber de juicio rápido

Una vez más, el Poder Judicial puertorriqueño se ve sacudido por el proceder de, en este caso, dos jueces que intervinieron de manera muy cuestionable en un caso de violencia doméstica que terminó trágicamente. Los hechos parecen estar claros, y se resumen en una atención displicente de una situación que ameritaba la aplicación rigurosa de los recursos de ley. La denuncia de la Procuradora de las Mujeres -- quien fue fiscal y conoce el asunto de primera mano -- no puede tomarse livianamente, y debe ser atendida con premura. No debemos olvidar que la Judicatura hace tiempo tuvo la iniciativa de establecer una sala para atender exclusivamente estos casos, algo que ahora ha quedado refrendado por ley para todo el Tribunal de Primera Instancia. Por lo tanto, ese compromiso de política pública tantas veces reiterado en expresiones oficiales de la dirigencia judicial tiene que hacerse realidad fijando responsabilidades de manera rápida y contundente. Obsérvese el debido prcedimiento de ley y todas las demás garantías sustantivas y procesales, pero con el sentido de urgencia que demanda el caso.

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