La muerte del joven motociclista a manos de la Policía debe ser investigada a fondo, para que se confirme su ilegalidad o se despejen las dudas al respecto. Aunque siempre es necesario indagar concienzudamente acerca de la actuación policial que termina en una muerte, actualmente lo es más, habida cuenta de los desmanes del cuerpo policial en nuestro país. Que en la primera versión de los hechos la Policía no mencionara el arma de fuego con la que se alega el joven disparó primero es un dato muy inquietante. Que el disparo mortal fuera por la espalda también lo es.
Sabido es que la policía en muchas partes del mundo lleva consigo armas que coloca en el lugar de los hechos, para hacer creer que las poseen aquéllos a quienes ultiman ilegal o impropiamente, y con ello justificar sus actos. Esperemos que las pericias forenses esclarezcan los hechos. Así sabremos cómo el joven pudo disparar mientras conducía su moto a 103 millas por hora, según alega la policía, y la forma en que el balazo penetró su espalda mientras llevaba a una joven en el asiento trasero...
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