viernes, 19 de junio de 2009

«Con calma, y nos amanecemos.»

Francamente, no sé si el proceso de adopción sea irrazonablemente lento. He dicho antes que el Estado tiene que ser muy cuidadoso con a quién le entrega un menor en adopción. Vivimos, sin embargo, en un ambiente en que hay una prisa extrema por que se completen los trámites gubernamentales de todas clases, con resultados muchas veces negativos, pues no se han sopesado adecuadamente los factores de por medio. A veces es conveniente cierta lentitud, para que las cosas puedan ser bien evaluadas. La mentalidad de fast track en autorizaciones, endosos y permisos - de funestas consecuencias sociales - puede ser mucho peor en asuntos de la familia y las personas.

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