La idea de que los federales son muy rigurosos con los criminales es otro de los muchos mitos acerca de los americanos. Ahí tienen las sentencias
light de
10 años a los guardias municipales que le dieron una paliza mortal a un miembro de la Guardia Nacional a quien hab►ían arrestado. Como he dicho en ocasiones anteriores, el mal está en que, en vez de llamar a las cosas por su nombre, a estos individuos los han condenado por «privar de sus derechos civiles » a la víctima, una forma eufemística de referirse a matar a alguien.
Con esa clase de lenguaje, es más fácil imponer sentencias pendejas como las de este caso, pues suena como si los acusados no hubieran dejado hablar a alguien, hubieran impedido que se reuniera con sus amigos o algo así por el estilo de un mero inconveniente, disimulando así que se trata de un asesinato o un homicidio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario