domingo, 14 de marzo de 2010

«Motivos infundados»

El caso de la sargento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos licenciada forzosamente por ser lesbiana presenta, más allá del discrimen obvio, unos elementos inquietantes, desde el punto de vista jurídico. La mujer, siguiendo la norma de "don't ask, don't tell" se había quedado calladita acerca de su preferencia sexual y su reciente matrimonio - legal en Iowa - con otra mujer. Pero, resulta que la policía andaba buscando a la cónyuge de la sargento por cierta actividad delictiva, y fue a la casa de ellas, donde alega que, a través de la ventana de la cocina, vio el certificado de matrimonio, sobre la mesa. Sobre esa base, notificó a la Fuerza Aérea, y de ahí la expulsión.

No sé al lector, pero se me hace difícil visualizar la forma en que la policía pudo haber visto el certificado. Primero, es improbable que alguien - independientemente de su orientación sexual - tenga el certificado de matrimonio en la mesa de la cocina, sobre todo cinco meses después de la ceremonia. En segundo lugar, la ventana tendría que estar sumamente cerca de la mesa, para permitir que se viera claramente un objeto como éste. En tercer término, a menos que se trate de un certificado enmarcado y puesto verticalmente, el ángulo desde el cual se mira a través de una ventana no permite distinguir lo que dice un texto. La otra posibilidad es que lo vieran con binoculares, pero ¿por qué llevar binoculares para el arresto de alguien?

En fin, la versión de la policía es inverosímil: ellos entraron a la casa sin orden de allanamiento, buscaron, encontraron el certificado y decidieron chotear a la sargento para fastidiarla. Ah, sí...la mujer es negra, which explains everything, diría Odette Piñeiro.

No hay comentarios: