No sé al lector, pero se me hace difícil visualizar la forma en que la policía pudo haber visto el certificado. Primero, es improbable que alguien - independientemente de su orientación sexual - tenga el certificado de matrimonio en la mesa de la cocina, sobre todo cinco meses después de la ceremonia. En segundo lugar, la ventana tendría que estar sumamente cerca de la mesa, para permitir que se viera claramente un objeto como éste. En tercer término, a menos que se trate de un certificado enmarcado y puesto verticalmente, el ángulo desde el cual se mira a través de una ventana no permite distinguir lo que dice un texto. La otra posibilidad es que lo vieran con binoculares, pero ¿por qué llevar binoculares para el arresto de alguien?
En fin, la versión de la policía es inverosímil: ellos entraron a la casa sin orden de allanamiento, buscaron, encontraron el certificado y decidieron chotear a la sargento para fastidiarla. Ah, sí...la mujer es negra, which explains everything, diría Odette Piñeiro.
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