La demanda del «gobierno» de Honduras contra Brasil presentada en La Haya me recuerda el principio general del Derecho que exige que quien acude al tribunal a reclamar tenga «las manos limpias». Obviamente, los golpistas - que se han pasado a todo el mundo por donde no les da sol - no saben de estas cosas, pues no les importan los conceptos democráticos ni del estado de derecho. Por eso, en un acto de supremo cinismo, van al Tribunal Internacional de Justicia a impugnar el antiquísimo derecho de asilo concedido por Brasil a Zelaya, legítimo Presidente hondureño.
Es de esperarse que La Haya desestime el pleito sumariamente...con la imposición de costas, honorarios de abogado y una partida de sanciones por temeridad.
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