Aunque simpatizo con la posición asumida por la Procuradora de «los Viejos» en este asunto de los despidos gubernamentales, lo cierto es que, en estricto derecho, ha presentado un recurso prematuro. El temor a que se le sancione por no plegarse a las pretensiones de botar 111 de sus empleados no es ni puede ser fundamento para pedir el auxilio del tribunal. Acudir al foro judicial en esta etapa es desconocer la doctrina de que las controversias deben estar «maduras», para que puedan ser legítimamente atendidas por la judicatura.
De todas maneras, no debe faltar mucho para que pueda regresar al tribunal, cuando la boten a ella.
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