La manía - copiada de los americanos - de obviar el primer apellido y referirse a la gente por el de su madre vuelve a surgir entre nosotros con motivo de la celebración del nonagésimo cumpleaños de Luis Rodríguez Olmo, «el jíbaro». Para los americanos, era Luis Olmo porque ellos, hasta el día de hoy, se empecinan en su desconocimiento del español. Pero, los jíbaros auténticos sabemos cuál es su nombre completo y correcto.
Por supuesto, ha habido casos en el mundo hispánico en que se ha hecho caso omiso del apellido paterno - total o parcialmente - por considerarlo muy común y nada distinguido. Pablo Ruiz Picasso y Federico García Lorca son los dos mejores ejemplos. En época reciente, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero, en general, me parece que es la influencia del inglés la que nos trastoca la forma correcta de referirnos a las personas por su nombre.
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