Dios me libre de defender o siquiera aparentar defender a Romero Barceló, pero en esto de los expedientes médicos en el caso penal contra Molina tiene la ley de su parte. Me parece muy peregrina la base jurídica sobre la cual se solicita ese descubrimiento de prueba, como para derrotar el privilegio de confidencialidad que hay de por medio. La posibilidad de que unos supuestos medicamentos hayan interactuado con las bebidas alcohólicas para producir un comportamiento feroz es demasiado especulativa para abrir el expediente médico veterinario de "El caballo." Acceder a una solicitud de esa naturaleza abriría una puerta evidenciaria muy grande y difícil de cerrar.
Evidentemente, la defensa de Molina no tiene una buena base, y está en plena "expedición de pesca." Molina, quien ya una vez se "embarcó" en el desastre de Playa Girón, está zozobrando, y da manotazos a ciegas, a ver si acierta a agarrarse de alguna tabla de salvación. Pero, esta playa también se le ha "vestido de amargura."
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