sábado, 23 de agosto de 2008

Demasiado dura la mano

Conviene que el Departamento de Justicia le eche un ojo a la muerte de Dinorah Rodríguez, sobre todo a través del prisma de la violación de los derechos civiles y, yo diría, humanos. Tomando como cierto lo publicado, parece configurarse, cuando menos, una negligencia oficial, al no atenderla médicamente, luego de ella ingerir esas pastillas y dar muestras evidentes de estar intoxicada. En este sentido, anteponer el proceso de fichaje al de llevarla a recibir asistencia médica resulta un grave error de juicio que no se puede pasar por alto.

Aunque la difunta no era un angelito, tampoco era una asesina en serie, que debiera ponerse tras las rejas con urgencia. La norma procesal de que a los arrestados hay que llevarlos ante la autoridad judicial "sin demora innecesaria" admite, precisamente, una demora de esta índole.

En fin, aquí parece que la policía se convirtió en juez, jurado y verdugo.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Estamos mal. Nuestro funcionarios públicos se han comportado, una vez más, de forma negligente.

?Por qué no comenzamos a penalizar e imponer sanciones severas a estos funcionarios que actúan negligentemente en sus labores oficiales?

Que mala supervisión tanto de los funcionarios supervisores y de la propia Oficina de Etica.

En verdad que Puerto Rico es un Macondo del cara...