La Asociación de Maestros, en derroche de triunfalismo por haber desbancado a la Federación con la ayuda del tribunal, se gasta $10,000 en dos páginas del periódico para publicar un texto que titula "La escuela que aspiramos." De primera intención, pensé que se trataba de una denuncia del eterno problema de los malos olores en las escuelas públicas, misterio permanente en nuestras aulas. Pero, no; doña Aida se ha disparado una especie de manifiesto sobre lo que debe ser la escuela, o sea, a la que aspiramos. Tal parece que la euforia por su victoria sobre Rafael Feliciano la ha hecho olvidar el español.
Por supuesto, uno se tiene que preguntar si alguien que escribe"El maestro es un ser humano en continuo proceso de formación..." y "Durante el pasado año escolar 2007-2008 celebramos unas Audiencias Públicas..." merece dirigir una agrupación de maestros.
Por mi parte, tengo la aspiración modesta de que la escuela prepare gente que no escriba tan mal como doña Aida.
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