No me canso de repetir que se dan explicaciones innecesarias y hasta ridículas. Hoy se lee el siguiente titular: «No se vale guiar borracho en las vías del país». ¡Hombre, pero, por dónde va a ser que se conducen los vehículos de motor! Basta decir «No se vale guiar borracho», para que se entienda perfectamente el mensaje.
Hay que tener confianza en el significado de las palabras y en la lógica sencilla de lo que comunican. De lo contrario, caemos en los circunloquios, los pleonasmos y las tonterías de explicar y precisar lo innecesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario