miércoles, 31 de diciembre de 2014
Se le veía la costura
Ciertos elementos del Derecho pueden servir de subterfugio para lograr resultados que de otra manera no serían lícitos. Algo así ha estado de por medio en la exigencia del gobierno de Utah de un seguro por un millón de dólares a un par de grupos ambientalistas que deseaban celebrar un desfile para manifestarse en pro de sus causas. Afortunadamente, el tribunal vio la realidad de esta maniobra para poner una condición que resultaba onerosa para las organizaciones en cuestión. Muy acertadamente, la corte dictaminó que ese requisito espurio atentaba contra la libertad de expresión de las entidades que buscaban comunicar públicamente su sentir acerca de la defensa del ambiente.
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