En la redacción hay que tener en cuenta no expresar los conceptos de una forma extraña o con circunloquios, sino aprovechando el argot, la jerga o los modos particulares de aceptación general para referirse a algo.
En la crónica deportiva acerca de un partido de beisbol en el cual un equipo no conectó limpiamente, se lee: «El lanzador sólo permitió un pelotero en las bases». Manera rara de decir que «solo se le embasó o le llegó a base un contrario», formas de uso particular en el juego de pelota al que se refiere la noticia.
Ya no sabemos expresar las cosas más sencillas. Así de deteriorado está nuestro español.
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