domingo, 29 de junio de 2014

Abogados, muchos; juristas, muy pocos

He tocado este tema antes, pero debo hacerlo una vez más, y sospecho que no será la última. Hace un par de semanas se publicó: «Escuela de Derecho de la UPR gradúa a 214 nuevos juristas». Se ha querido decir que se han graduado abogados, especie muy distinta de ser juristas. El periódico -- y dicho sea de paso, la RAE -- no saben lo que supone ser jurista, y lo confunden con ser un mero abogado. (Como ven, no me he dejado chantajear moralmente por las feministas, y por eso no caigo en la majadería de mencionar constantemente los dos géneros.)

La RAE lo tenía parcialmente bien, y luego lo dañó. Jurista es realmente «persona dedicada al estudio, interpretación y aplicación del derecho», pero yo lo modificaría así: «Persona dedicada al estudio profundo, interpretación ilustrada y aplicación magistral del Derecho». Se equivoca la RAE al poner como primera acepción «persona que ejerce una profesión jurídica», pues eso lleva a que se considere jurista a un abogado recién graduado -- no importa los honores con los que lo haya hecho -- cosa que nadie que conozca una pizca de Derecho se atrevería afirmar con seriedad personal y profesional.

Lo de «una profesión jurídica»no se entiende. Que yo sepa, la única que existe es la abogacía, a menos que se quiera distinguir su ejercicio del de la judicatura, pero ello no tiene sentido, pues, para ser juez, hay que ser abogado primero. ¿O es que los oficiales jurídicos y los paralegales pueden ser juristas también?

En fin, no hay tal cosa como «nuevos juristas» en el universo jurídico. Como en otras ocasiones, estas definiciones de la RAE no son las mejores, y bien le valdría a esta asesorarse mejor para no incurrir en estos dislates.

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