Siempre he sido un admirador de los países escandinavos - de los más avanzados en el planeta - y ahora crece mi admiración, con la «pica en Flandes» puesta por los suecos en el derecho penal. Su policía ha descubierto que el autor de la muerte de una caminante nocturna en un bosque no era su marido - principal sospechoso - sino un alce, es de suponer, todavía fugitivo.
El caso ha sido complicado, a juzgar por el hecho de que la muerte se produjo el año pasado, y es ahora que se informa que unas presuntas pruebas obtenidas por unos técnicos forenses apuntan a un alce. En un par de días, se llevará a cabo una conferencia de prensa, pues hay mucho que explicar. Por ejemplo, ¿cómo ocurrieron los hechos? ¿Hay algún alce sospechoso? ¿Es un alce inimputable de delito? ¿Se le podrá acusar en ausencia?
No hay duda de que este caso sentará precedentes en el derecho penal internacional, pues los suecos no «se han hecho los suecos», ante este «alcicidio».
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