La Comisión de Etica del Senado no debe enredarse en disquisiciones jurídicas, al evaluar el caso de De Castro Font. La ética es un valor superior al derecho; por lo tanto, lo legal no es siempre lo moral. Jorgito podría ser "no culpable", pero, difícilmente, sea "inocente." Al derecho le interesa lo primero; a la ética, lo segundo. Con lo que se sabe públicamente - incluso por boca suya - hay suficiente para condenar moralmente al legislador.
No confundamos la "gimnasia" jurídica con la "magnesia" de la moral pública y privada. En este último aspecto, De Castro Font se "embarró" hace tiempo.
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