miércoles, 17 de diciembre de 2008
¡No hay derecho!
No es posible imaginar razones válidas para que el pleito contra la tenencia de un número absurdo de perros y gatos en Cabo Rojo no se haya resuelto de manera definitiva hace rato. Los abusos al derecho a disfrutar de una vida tranquila en un vecindario no admiten contemplaciones sustantivas ni procesales. Estos son casos sencillos, cuya solución no debe dilatarse. Nadie en el mundo conocido puede tener derecho a tener 50 perros y 30 gatos, a menos que viva solo en una isla de los Mares del Sur. No hay argumento que valga ni tribunal que no lo deba rechazar de plano. El Poder Judicial, en todas sus instancias, debe ser diligente en su atención y velar por que se cumpla su dictamen. De lo contrario, el causante del perjuicio no sólo se burla del querellante, sino de los tribunales.
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