miércoles, 11 de diciembre de 2013

«Justicia [más que] tardía...»

Las tardanzas extraordinarias e irrazonables en la resolucción de pleitos es un mal muy propio de la judicatura en todas partes del mundo. Queda para otro día explicar por qué ello es así. Hay casos que son de espanto, que, a no ser por las partes afectadas, son de desconocimiento público. Generalmente, la gente se resigna ante la inacción judicial. Pero, no siempre.

En la ciudad de Nueva York, una mujer ha demandado a la juez que atiende el pleito de custodia sobre su hija de nueve años, alegando que ha permitido que el litigio se extienda indebidamente durante tres años, durante los cuales el padre de la menor tuvo la custodia y la madre solo podía verla fines de semanas alternos. La demandante ha gastado cerca de $200,000 en honorarios de abogado y ha acudido al tribunal más de 40 veces a vistas judiciales. La demandada, por su parte, también lo fue en otro caso de custodia, en el cual se alega que no atendió una moción durante 474 días.

Esperemos que estas demandas sí sean atendidas con razonable prontitud...

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