Es tema obligado la «sentencia» impuesta al exalcalde de Cidra por once cargos de actos lascivos contra varias empleadas municipales y uno de violación a la Ley Electoral. Un año de restricción domiciliaria y ocho más de sentencia suspendida resultan un regalo navideño por adelantado. El foro y el pueblo en general han quedados boquiabiertos ante tan inexplicable desatino judicial. No condenar al convicto a un solo día de reclusión es decirle al país que, francamente, lo que hizo no es gran cosa. El juez ha abusado de su discreción, desmereciendo los delitos por los cuales un jurado lo halló culpable. Independientemente de la recomendación contenida en el informe presentencia -- que no es vinculante -- la decisión de juez debió aquilatar sensiblemente la conducta delictiva, que en este caso presentaba como agravantes el hecho de que eran varias las víctimas y que los hechos ocurrieron en un edificio gubernamental o público.
Este dictamen constituye un agravio adicional a las víctimas y un insulto a las demás mujeres del país.
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