Es, por lo menos, inquietante la petición de inhibición del juez en el caso de custodia entre Ana Cacho y Ahmed Alí González, por el fundamento de que el magistrado tuvo contacto indebido con un testigo. Hasta el momento se desconocen los hechos específicos que se alegan, pero algo debe haber ocurrido que dé base a esta solicitud.
Como se sabe, este caso es particularmente notorio, habida cuenta de su trasfondo: el homicidio todavía irresuelto del hijo de ambos y la sospecha sobre la madre. Por lo tanto, es de esperar que todo movimiento relacionado con las partes esté bajo un escrutinio intenso. Los funcionarios del tribunal -- empezando por el juez -- tienen que ser en extremo cuidadosos para no dar lugar a cuestionamientos o impugnaciones sobre su imparcialidad.
Sea cual sea el desenlace procesal de esta solicitud de inhibición, el Poder Judicial debe, por transparencia, dar a conocer los detalles de lo ocurrido, para que el público juzgue la justeza de la decisión.
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