¡Por eso es que no hablamos español! A mediodía, en el noticiario televisado, la telereportera que se ha hecho famosa -- infame, diría yo -- por preguntarle a los familiares de personas fallecidas trágicamente cómo se sienten entrevistó a un funcionario de la Universidad de Puerto Rico acerca del «puntiagudo» asunto de que se emitieran tres cheques por un total de $150,000 a unos timadores telefónicos.
Confieso que se me pusieron los pelos de punta, cuando escuché tal disparate. La mujer quiso decir «peliagudo»,o sea, difícil de entender o resolver, como sabemos en todo el mundo hispanohablante. Yo, que en esto soy terrible, la hubiera despedido tan fulminantemente como se debe despedir al Presidente de la Universidad de Puerto Rico, por haber autorizado que se prepararan dichos cheques.
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