La buena redacción exige que se observe la lógica del proceso o de la secuencia del suceso al que uno se refiere. Con frecuencia, ello se altera, como es el caso de un anuncio en el que se dice: «Ya comenzó la temporada de huracanes, por lo que es muy importante estar preparado y alerta a las condiciones del tiempo.» Pues, yo diría que es al revés: uno está «alerta» a las condiciones atmosféricas y, si ello lo amerita, uno se «prepara» para enfrentarlas, cuando son significativamente desfavorables.
Hemos progresado mucho, pero todavía es necesario poner los bueyes primero y la carreta después.
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