martes, 15 de septiembre de 2009
Disparate sobre el diamante
He dicho varias veces que no se puede escribir impensadamente, descansando en frases hechas o lugares comunes de la expresión, que resulten en dislates evidentes. La reseña de nuestra derrota ante Holanda dice así: «Los explosivos bates de Puerto Rico ayer fueron silenciados por completo por los brazos holandeses y el resultado fue un revés ante los locales con marcador de 5-2...» Pues, no señor; si hubieran sido «silenciados por completo», el marcador final hubiera sido 5-0, es decir, una blanqueada, término que se usa en la pelota para referirse a un juego en el que el derrotado no anota carreras. Pero, es el caso que anotamos dos, y que un jugador nuestro bateó limpiamente en tres ocasiones. Por lo tanto, de silencio ofensivo completo, nada.
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