viernes, 17 de octubre de 2008

Tomar conocimiento celestial

Obviamente, en Nebraska no hay mucho que hacer. El caso que, presumiblemente, debe llevar el epígrafe Chambers v. God es una muestra de la excentricidad norteamericana llevada al absurdo. Si demandar a Dios en el tribunal es, de suyo, algo insólito, más lo es que un juez no haya rechazado de plano tal petición, refiriéndola a algún club de debate universitario o al moot court de la facultad de Derecho más lejana.

No obstante, me parece interesante que el juez haya desestimado el pleito, por no haberse podido "emplazar" al demandado. Chambers, quien no ha aprobado la reválida, pero conoce algo de teología, ha señalado, con sobradísima razón, que, como Dios es omnisciente y está en todas partes, está enterado de que ha sido demandado. Así que el juez "fue por lana, y salió trasquilado", y ahora tendrá que ver el caso en sus "méritos."

Esto pasa cuando la gente se pone con monerías. Lo que tenía que hacer el juez era rechazar el caso, por falta de jurisdicción, porque la controversia no es adjudicable o por todas esas cosas que uno aprende el primer semestre de Derecho...y, de paso, ordenar una evaluación siquiátrica del demandante.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Alberto:

El juez debió haberse declarado con jurisdicción sobre la persona de Dios y haber celebrado la vista en rebeldía. De esa forma, Dios hubiera sido sentenciado a la pena solicitada por el Demandante y éste la hubiera ejecutado sobre cualquier propiedad de Dios en la Tierra.

Está, por más insólito que sea el caso, interesante...

Nada, es sólo una broma. Es que el Demandante estaba aburrido y quiso llamar la atención.