El derecho en Estados Unidos tiene sus peculiaridades, como el hecho de que un acusado pueda hacer una alegación en que admita que el Ministerio Público tiene suficiente prueba para condenarlo, pero, a la vez, no admitir su culpabilidad. Eso es lo que acaba de hacer el marido de una juez de Nevada a quien le dio con una sartén de hierro colado, mandándola más de dos semanas para el hospital. Parece que hubo una discusión casera sobre quién era peor - a ella la suspendieron de su cargo y está bajo investigación por conducta impropia - y la cosa acabó con el sartenazo, que el marido dice no recordar.
Aunque al hombre le archivaron un cargo de tentativa de asesinato, todavía lo podrían sentenciar a entre 3 y 10 años de prisión. Probablemente estará más seguro en presidio, cuando su mujer se recupere.
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