Leo en el periódico dominical: «A prueba el metal de Merkel», y respingo. Si bien en español la palabra puede significar -- en una cuarta acepción, valga apuntar -- « calidad o condición de una cosa», es la voz inglesa mettle la que mejor se ajusta a lo que se quiere decir acerca de la Canciller alemana. Mettle significa la capacidad de una persona de sobreponerse a las dificultades o de enfrentar exigencias de una manera resoluta.
Cierto es que a la Merkel se le ha endilgado el mote de «Canciller de Hierro», supongo que por el afán de compararla con la «Dama de Hierro», Margaret Thatcher, por lo que el titulista debe haber querido hacer el juego de palabras. Pero, en ese caso, el editor en mí le habría puesto comillas al término metal.
De todas formas, el vocablo temple resulta particularmente apropiado en este caso, pues, además de querer decir «fortaleza enérgica y valentía serena para afrontar las dificultades y los riesgos», significa «punto de dureza que se da a un metal».
Hombre, si lo que hay es que conocer bien nuestra lengua...
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