Se escucha y se lee continuamente; hoy, por ejemplo: "Distinto a su rival procedente de Costa Rica, los Islanders de Puerto Rico..." La forma correcta es distinto de. Por supuesto, si la comparación es en términos de igualdad, entonces se emplea igual a, igual que.
Este y otros errores similares se repiten con una frecuencia que raya en la temeridad o la testarudez. Colectivamente, los puertorriqueños no conocemos las formas más elementales y sencillas del español, y persistimos en los errores, no importa las veces que se nos señalan. Hay quien hasta se molesta. Hace años escuché a un colega abogado - por cierto, de ideología anexionista - a quien alguien corrigió, decir que a él le gustaba decirlo de la forma incorrecta.
Sometido por el expediente.
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