No debería sorprender la desfachatez con la cual el Tribunal de la calle Chardón despacha los asuntos, pero el nivel de destemplanza sigue subiendo. A un planteamiento de abuso de discreción palmario, al juez Fusté se le cita diciendo"puede que sea un abuso de discreción, pero eso lo tiene que decidir un tribunal apelativo." Dicho de otra manera, "en esta sala mando yo, y si me da la gana, puedo ser arbitrario y caprichoso, y si no te gusta, apela."
Si bien los recursos apelativos existen para corregir los desaciertos de primera instancia, no debe obligarse a una parte a acudir en alzada, actuando deliberadamente mal o en abierto menosprecio de las normas bien establecidas, pues ello impone cargas económicas y de otra índole que pueden resultar onerosas para partes débiles y vulnerables. Esa clase de cinismo judicial, en el pasado, ha conllevado contundentes revocaciones.
Esperemos que ésta sea otra.
1 comentario:
A los tribunales de instancia les toca utilizar sana y sabiamente su discreción. Las revocaciones por abuso de discreción no son fáciles de lograr, pero se logran. Lo que ocurre es que, como apuntas, un juez de instancia no debe abusar de su autoridad y decir: "Si no te gusta, apela." El Juez Pieras le dice a uno: "Si no te gusta, ve a donde Selya." Selya es un juez del Primer Circuito, famoso por su rigor. Ambos, Fusté y Pieras, son archifamosos por sus abusos y su mala fe.
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