Por falta de ellas en nuestro medio no es, pues las sigue habiendo y muy sonadas. Mas, la palabra francachela, aunque no se usa, es muy apropiada para describir ciertos festejos en la vida pública y en la privada, en los que se come y se bebe «en general sin tasa y descomedidamente». En esta cultura del exceso en el que vivimos -- sobre todo en el beber alcohol -- hay francachelas sin límite, con fondos privados o públicos. De ahí problemas como el alcoholismo y la obesidad, por falta de control en el consumo cotidiano. En la francachela también suelen haber otros desenfrenos, bajo los efectos desinhibidores del licor, por lo que el término tiene un alcance más negativo.
En fin, no la usamos, pero de ella abusamos.
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